Antes y después

martedì 23 maggio 2006
Nestor Diego

Antes la colombofilia era mas bien cosa de aficionados, ahora es cosa de profesionales.

Antes se disfrutaba simplemente con tener palomas mensajeras y verlas regresar de los sueltas, ahora solo interesa ganar concursos y batir records.

Antes los aficionados preferian cultivar palomas “todo terreno”, ahora solo se cultivan esprinters, especialistas, de distancias cortas, de distancias medias, e incluso de distancias largas.

Antes las palomas no se mandaban tan lejos ni tan amenudo, para que no se perdieran, ahora parece no haber limites.

Antes el veredicto lo dictaba la cesta, ahora lo dicta el reloj.

Antes se cultivaba, se acoplaban palomas de iguales caracteristicas, para fijarlas y conservarlas, ahora solo se cruza, no interesa conservar, sino crear caracteristicas diferentes.

Antes los aficionados regalaban e intercambiaban palomas, ahora todo se compra y se vende, como en una tienda de articulos de lujo.

Antes se dejaban madurar los pichones, ahora se viajan y seleccionan con tan solo 3/4 meses de edad.

Antes los poniamos al sol, ahora los pichones crecen en la oscuridad.

Antes nacian cuando nacia la Primavera, ahora nacen cuando nace el Invierno.

Antes se respetaban las edades, ahora los pichones hacen el trabajo de las adultas.

Antes cada paloma se trataba como una individualidad, pues se pensaba que todas eran diferentes, ahora se tratan con sistemas colectivos, como si todas fueran iguales.

Antes los cuidados eran basicos, y solo prosperaban las mas fuertes, ahora los cuidados son mas sofisticados, y prosperan tambien las palomas debiles.

Antes los medicamentos se empleaban para curar a las palomas enfermas, ahora se les da incluso a las sanas.

Antes habian mas palomares pequeños que grandes, ahora predominan las granjas.

Antes la colombofilia era cosa de la clase obrera, ahora se esta convirtiendo en un privilegio de la clase rica.

Antes las queriamos porque eran nuestras palomas, ahora solo las queremos porque son nuestras campeonas.

Antes la cifra de colombofilos no paraba de crecer, ahora no para de disminuir, y cada año somos menos.

Mayo 2006
Nestor Diego

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